jueves, 26 de agosto de 2010

Sigue la disputa entre los jueces por el desalojo en Gorina

El 30 de abril 52 familias fueron desalojadas de sus casas en 141 entre 471 y 478, en Gorina. La actuación policial enfrentó a los magistrados César Melazo –que ordenó el violento hecho- y Luis Arias –que interpuso una medida cautelar para frenar el procedimiento -. La CTA Regional La Plata-Ensenada se hizo presente desde un primer momento para garantizar los derechos de los vecinos. En ese marco, Carlos Leavi, titular de la CTA local, declaró ante la Fiscalía 8 de La Plata.

El fiscal Jorge Paolini citó al secretario General de la CTA regional Carlos Leavi para que testimoniara acerca del abuso de poder y la injusticia cometida durante los desalojos en Gorina de hace 3 meses atrás.

Al respecto, el dirigente sindical indicó que “acompañamos la solicitada publicada el 16 de mayo que denuncia la injusticia e ilegalidad de los desalojos”. Y remarcó: “la CTA como organización no sólo puede aportar –en esta investigación- las denuncias por la injusticia social cometida, sino que es y fue capaz de generar las condiciones para resolver los problemas de las personas involucradas”.

Además, relató el trabajo que se venía llevando adelante con los vecinos del barrio como CTA La Plata-Ensenada y Foro de Niñez. Por otra parte informó que “a través de nuestras gestiones se ha firmado un convenio con la Secretaría Social de Tierras y el Instituto Provincial de la Vivienda”.

Es preciso recordar que los violentos hechos ocurridos entre el 30 de abril y el 2 de mayo generó un contrapunto entre los jueces César Melazo y Luis Arias. El juzgado de Garantías Nº 2, a cargo de Melazo, ordenó a la comisaría décima de City Bell que desalojara las viviendas de 141 entre las calles 471 y 478.

El operativo comenzó cuando el titular del juzgado Contencioso y Administrativo Nº 1, Luis Arias, libró una medida cautelar con la finalidad de frenar el operativo mientras. Sin embargo, pese a lo dispuesto por el magistrado la Policía desacató la orden y procedió con la expulsión de las familias y el avasallamiento de sus derechos.

RESOLUCION

Debido a la intervención de la CTA y el Foro por los Derechos de la Niñez, la Procuración General de la provincia de Buenos Aires resolvió que los fiscales deberán pedir la intervención del Asesor de Incapaces y de defensores, impidiendo, de ese modo, que se procedan con desalojos cuando haya menores de edad.

De esa manera, la Procuración hizo lugar al pedido del Defensor Penal Juvenil de La Plata, Julián Axat, que intervino en representación de los chicos en el desalojo que se realizó en Gorina. Por esa razón, evaluó que hubo “presuntas infracciones al artículo 181 del Código Penal en las que se encuentran involucrados niños y niñas en cada uno de los Departamentos Judiciales de la Provincia, la resolución 1119/2008 dictada por la Defensoría General de la Nación”.

Axat, junto a al Defensor General de San Nicolás, Gabriel Ganón, pidieron al Ministerio Público Fiscal participar en los procesos de desalojos ante delitos de usurpación de propiedad con el objetivo de garantizar la tutela y defensa de los derechos de los niños. Esto compromete a los fiscales, defensores, municipios y a la Provincia, para que, en esos casos, busquen soluciones habitacionales para las familias.

sábado, 7 de agosto de 2010

Mural en el Barrio El Recreo por el Día del Niño


En el día de hoy, integrantes del Espacio de Niñez de la Asamblea de Torcuato junto a la Brigada Antonio Berni realizamos un mural por el día del niño en el Barrio El Recreo.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Agencia de Noticias Pelota de Trapo / País - Paradoja

“Esta es la Argentina del Bicentenario. Un país inmensamente rico, que está lleno de pobres”. La cita es, tal vez, el paradigma del país - paradoja. De la patria de los picos y los valles. De las cimas y las profundidades. Una foto cruda de la tierra desigual, discordante, irregular. Del país de los dirigentes sin pasado, de la riqueza concentrada, de las rémoras que cuelgan del sistema como la ropa del tendedero en medio del huracán. “Esta es la Argentina del Bicentenario. Un país inmensamente rico, que está lleno de pobres”: palabras que desde el palco de la Sociedad Rural, en boca de dirigentes que hablan de pobreza con repentización google, sin asumir ningún tipo de responsabilidad en la producción serial de esa pobreza. Palabras vestidas con la bufanda larga de la hipocresía y profundamente contradictorias: “no queremos un país que deposite cada vez más pobres y desocupados en las villas miseria del conurbano de esta gran ciudad”. Sería hora de revelar las identidades, nombres, apellidos, razones sociales, cargos e historias de los depositantes.

La verdad está escondida apenas detrás del cortinaje. Es rasgar suavemente y aparece. A los propietarios de la economía, a los concentradores de la riqueza, la pobreza les resulta una hipérbole, cuanto más un buen cuadro de Berni. O pura literatura de márgenes sombríos. Cuando les aparece golpeando las puertas de las fortalezas, desde los pozos más profundos de la tierra, descuella la verdad. Que es la convicción absoluta de excluir, de encerrar, de expulsar, de acotar progresivamente un país con puentes levadizos. Sólo para los que alcancen a entrar.

Los privilegiados no distribuyen. Concentran. Y usan sus palcos para solemnizar una condena de cartón. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) -más allá de su falacia original- habla de un 10 por ciento de aumento de la producción industrial en la primera mitad de 2010. Pero el empleo sólo creció el 0,5%. El país del crecimiento a tasas chinas, la tierra de las cosechas históricas no reparte el éxito. Sí suele compartir con voraz generosidad las crisis y las tragedias.

Plagado de diagnósticos, el país - paradoja no aporta más que placebos a la enfermedad. Discursos irrisorios, anuncios altisonantes y vacíos, emociones mentirosas en nombre de una historia contada con la memoria sesgada del que ganó.

Una vez más la Universidad Católica Argentina (UCA) puso en discusión cifras. Que ya nadie debería desconocer pero que vuelven a transformarse en titulares ocasionales por un día. O algunas horas. Uno de cada cuatro jóvenes de entre 18 y 24 años no trabaja ni estudia en la Argentina, lo que significa el 25%, un cuarto de la población que se encontró con la mayoría de edad como con una locomotora de frente, varios centenares de miles de pibes a los que les levaron los puentes en la cara. Y empieza a quedar del lado de afuera.

Para ellos serán las leyes más duras, las nuevas cárceles, los arrabales de las grandes ciudades y, fundamentalmente, el conglomerado destinado a la expiación social. Con escasa formación educativa, pasados por el exquisito cedazo del mercado laboral, les resta un futuro changarín o un improbable golpe de suerte. Nunca una política integral que los visibilice.

El Instituto para el Desarrollo Social de la Argentina (IDESA) complementa el informe de la UCA. Y dirige la mirada hacia aquellos del grupo que logran conseguir trabajo: dos de cada tres empleos entre los jóvenes entre 18 y 24 son informales y no generan aportes laborales ni previsionales. Subocupación y semimarginalidad. Niños y jóvenes en la Argentina están destinados a purgar las culpas de la historia. El futuro en el patíbulo.

“Esta es la Argentina del Bicentenario. Un país inmensamente rico, que está lleno de pobres”. Dijo el presidente de la Sociedad Rural Cárnica y Sojera del país que produce alimentos para 400 millones pero deja morir a 25 chicos por día de males parientes del hambre.

Pero esta vez los malhechores no han sido identificados por la policía. Ni lo serán por la justicia.

Fuentes de datos:
Instituto para el Desarrollo Social de la Argentina (IDESA);
INDEC; Universidad Católica Argentina;
Infobae y Diario La Nación.

Gentileza de: Agencia Pelota de Trapo
http://www.pelotadetrapo.org.ar/

lunes, 26 de julio de 2010

Río Cuarto - Juventud Solidaria

La Organización Territorial Malón (OTM-CTA) es un grupo de 30 chicos de entre 20 y 30 años que trabajan codo a codo con los más necesitados. Esta organización nació en el año 2003, por inquietudes y por vislumbrar necesidades insatisfechas de vecinos de barrios menos pudientes de la ciudad de Río Cuarto.

La labor la llevan a cabo en 5 sectores vulnerados de la ciudad como son el barrio Las Ferias, Casanova, la Costa, Alto Verde e Hipódromo y en ellos se sirve la copa de leche, se realiza el ropero comunitario y el apoyo escolar. Para poder concretar estas acciones reciben ayuda oficial que les posibilita los recursos materiales para la copa de leche.

Según comentaron estas almas solidarias y comprometidas, cada barrio es un mundo de carencias y sueños incumplidos. Hay hambre, desempleo, problemas con la Policía y, por estos tiempos, mucho frío.

Julia Giuliani, integrante de la agrupación, milita a diario junto a Humberto, en el Centro Comunitario “La Barriada”, y allí se les llena la pancita a 200 chicos y grandes. Según manifestó, las principales temáticas que azotan el barrio son las carencias en salud y la falta de trabajo. “Los vecinos del sector trabajan de la construcción en su mayoría y hay muchos desempleados por la caída de trabajo en este rubro. En lo referido a salud, la salita del dispensario tiene una alta precariedad en cuanto a materiales y recursos humanos y no llega a cubrir el total de las necesidades de los vecinos”, indicó.

Pero el monstruo que ataca con fuerza en esta época es el frío que se las arregla para meterse en los cuerpos y en las mentes, imposibilitando el pensamiento. Muchas veces, la situación de precariedad se mantiene y hasta se controla… hasta que viene un torbellino, un elemento desestabilizador que arrasa con todo.

“Hay que pasar el invierno, es muy duro. Hay familias sin puertas y ventanas en las casas. Es durísimo ver tantas necesidades básicas insatisfechas”, dijo Julia.

Ella confesó que muchas veces, la desesperación se apodera de ellos y sienten una gran impotencia por no poder subsanar en su totalidad las necesidades que tienen estas familias vulneradas. “Nos cuesta tener recursos propios a la hora de dar respuesta. porque somos una Organización autónoma de los gobiernos, los partidos políticos y las empresas . Pudimos juntar algunas frazadas para enfrentar esta situación a través de Promoción Social y también solicitamos la ayuda de nuestros amigos y conocidos”, subrayó.

Lucía, otra de las chicas que trabajan en la asociación, empezó yendo sólo dos días a la semana al barrio Casanova, pero con el tiempo, la demanda se hizo cada vez más intensa. Hoy va casi todos los días. Ese lugar es como su casa y la gente que allí frecuenta, su familia.

Según comentó, este barrio es olvidado por estar comprendido entre el barrio Bimaco y las 400 viviendas. Se trata de un pequeño sector que tiene serias carencias, faltan servicios básicos y pavimento.

Señaló que Casanova no tiene gas natural, por este motivo sólo pueden calentarse con estufas, con garrafas o con leña. Según señaló, en el barrio hay muchas familias numerosas que tienen entre 5 y 6 hijos que necesitan abrigo, algo calentito para tomar, frazadas, colchones, entre otros elementos.

Nazareno vive la realidad del barrio Acordeón, sobre las costas del río. En este caso, se trata de terrenos fiscales que fueron tomados por vecinos por no tener un lugar donde vivir. Aquí las necesidades se potencian.

Según dijo, la mayoría de las viviendas no tienen puertas ni ventanas, además de no tener gas natural. Es decir que el frío y el viento entran sin pedir permiso y viajan de punta a punta.

“La mayoría se calienta con estufa porque faltan garrafas. Se trata de gente con muchas necesidades. Es una situación muy difícil”, explicó.

Cada vez peor

Según comentaron los chicos, la situación empeora día a día. Hay cada vez más bocas sedientas a la hora de servir la leche y más pedidos y necesidades insatisfechas.

“Todos los días hay alguien nuevo y los insumos vienen contados y muchas veces nos falta. Hay muchos con necesidades básicas insatisfechas”, expusieron.


Direcciones de los centros comunitarios de Malón:

* La Barriada (Hipódromo): Roque Sáenz Peña y Sadi Carnot.

* Barrio San Pablo: Victor Guillet 960.

* Casanova: Pasaje Drago 3243.

* Acordeón: Quena y Bariloche.

* Las Ferias: Unión de los Argentinos 12.

Todo aquel que quiera colaborar con la tarea de la Organización Territorial Malón puede hacerlo y llegarse a las reuniones que realizan todos los jueves a las 20 horas en la sede de la CTA Río cuarto, Fotheringam 171. Si no, puede comunicarse a los teléfonos: (0358) 154014053 ó (0358) 4629317.

viernes, 23 de julio de 2010

Agencia de Noticias Pelota de Trapo - Los Pibes de Bariloche

Viernes, 23 de Julio de 2010 08:40
VIOLENCIABariloche1(APe).- Bariloche se imaginó siempre como un diseño de la belleza. Cierto. La mirada se hace bonita cuando descubre el lago Nahuel Huapi, el Cerro Catedral o la arquitectura europea del Centro Cívico. Desde su fundación, en 1902, se imaginó blanca, cercanamente Suiza, entrañablemente Alemana.

Protegido por el invierno y el olvido Erich Priebke, vivió casi 50 años en Bariloche. Pero fue descubierto en 1994 como el capitán de las SS Alemanas que el 24 de marzo de 1944 ordenó ejecutar con tiros en la nuca a 335 Italianos en la Masacre de las Fosas Ardeatinas. Mucho de los habitantes de Bariloche no tuvieron dudas ni espanto y apoyaron a aquel "vecino ejemplar de la ciudad", convencidos de que se levantaba un patíbulo para inocentes.

Ese sector de la población siente un desprecio visceral por los pobres de los barrios del "Alto" como Arrayanes, Cooperativa 258, Seis Manzanas, El Frutillar, 400 viviendas, San Ceferino, 34 Hectáreas -por nombrar algunos- donde miles de personas viven entre cartones de invierno, con vientos helados que cruzan el cuerpo de la tierra a 80 Kilómetros por hora y que lastiman la piel con sus 15 grados bajo cero. Los días son capítulos de la muerte.

El 26 junio de 2002 denunciábamos que mas allá de la postal, en 30 días habían fallecido por frío -sí, por frío- 6 bebés entre los 20 días y 5 meses de vida sin que nadie les acerque el aliento sublime de una brasa. No hubo nada delante de esos niños. Terminó su adelante. El hueco que encontraron sus padres en el cementerio quizá resuma lo que cada una de esas vidas significó para una parte de esa sociedad en la que nacieron y crecieron. Casi nada.

Tendrían esos ciudadanos barilochenses que pasar por la experiencia de ver con sus propios ojos a esos retoños que consideran menos, bastante menos, que tratan como sobras, como molestia, como condición humana de baja calidad. Tendrían que presenciar esas escenas, y si después siguen tolerándolas, será porque no los han parido bien.


-I-
Entre 1881 y 1882, el General Conrado Villegas, enviado por Roca en la Campaña del Desierto, exterminó a la mayoría de los pueblos del origen cerca del lago Nahuel Huapi y con ese modo tan bello de producir humanidad, entre arrayanes y vuelos de bandurrias.

Lejos de la naturaleza pródiga que alimentaba generosamente a los pueblos antiguos con huemules, avutardas y piñones, fueron empujados a la tierras altas de las ventiscas, para que se extingan, pero el amor es algo que permanece.

Hoy los pibes pobres -Mapuche o no- viven en riguroso apartheid y juntan cartones o revuelven diariamente la basura para sobrevivir. O siluetas de muchachas que bajan a los infiernos ofreciendo amor bajo una luna sin pecado.


-II-
Ana Piccinini -defensora del Pueblo de Río Negro- denunció más de 10 muertes de jóvenes que aparecieron ahorcados o quemados en comisarías. Juan Jara de 26 años, detenido en la Alcaldía local, se "suicidó" un día antes de salir en libertad y Jorge Piquilman, que la policía sacó de un boliche, apareció flotando tres días después en el Nahuel Huapi. Bariloche no siempre es un sueño azul, a veces es la última estación del desamparo.

La política rabiosamente neoliberal del gobierno es la que distribuye el hambre y la tristeza general. Sin embargo, los medios informativos etiquetan, marcan y discriminan. Así aparecen los niños y jóvenes como los responsables de la inseguridad en los espacios urbanos, justificando el clima de violencia policial y de constantes violaciones a los derechos humanos. En una ciudad, donde los que facturan turismo de alta gama practican un sobreentendido amoral que silencia a los "muertos olvidables".

-III-
El estado de derecho no deja de ser una larga tanda publicitaria. Para las fuerzas de seguridad las miradas de los pibes siempre esconden un prontuario. El 17 de junio en la madrugada del barrio Boris Fulman -altos de Bariloche- la policía se encontró con Diego Bonefoi un niño de 15 años, y con breve y siniestra sencillez lo asesinaron de un tiro en la nuca. Barrios donde el estado de excepción y las situaciones extremas como el espanto tenaz de la tortura o el rápido naufragio de la vida, son el paradigma mismo de lo cotidiano.

Convocados por la muerte de Diego Bonefoi, en un alba de odios, atacaron con piedras la comisaría 28 mientras la policía que ya se había despojado de toda legalidad atacaba con itakas y pistolas automáticas asesinando a Matías Carrasco de 17 años y a Sergio Cárdenas de 29 años, dejando decenas de heridos. La masacre no pudo impedir la revuelta que ingresó a la postal, apuró sus calles masticó sus piedras y las estrelló contra un espeso de silencios. La palabra de los pibes cobra "fragor de creación".

La irrupción en territorios históricamente hegemonizados por adultos no deja de conmovernos. Los jóvenes se adjudican con su praxis el papel protagónico de reducir a escombros el colectivo social donde los valores que lo sustentan se han vuelto absolutamente impugnables. Si bien saben que la producción de esta sociedad -que nadie se atrevió a soñar- no es manufactura de todos, la experiencia adquirida por la edad pierde de alguna manera prestigio en una sociedad donde los pibes de la periferia nunca alcanzarán la ciudadanía porque el derecho no los reclama.


-IV-
Los pibes tienen en común los mismos sentimientos, que también se detectan en otros colectivos sociales y a pesar de que el capitalismo serio produce carencia de futuro hay todavía sueños intactos. No se resignan a la mera sobrevivencia que los coloca en vías de extinción, donde la birra seca lagrimas y le hace el aguante a la vida. Devienen sujetos políticos y preparan nuevas incursiones contra el Estado que para ellos no es más que oxidados edificios de piedra y unos cuántos crímenes.

Aunque la Conquista del desierto no ha terminado, ya deberían saber los Capitanes de la Muerte que los pibes también sostienen el peso de la vida, de una manera "singularmente violenta y lúcida".

martes, 6 de julio de 2010

La venganza de los culpables

Mientras el “gatillo fácil” continúa asesinando niños, legisladores nacionales de distinto pelaje político le han dado media sanción a un proyecto de ley que baja a 14 años la edad de la imputabilidad a los menores. Así, bajo el manto del miedo, se intenta una vez más victimizar a las víctimas. Ningún chico nace “chorro”. Por eso, lo repetimos: Ni un pibe menos.

Cuando a Elías Neuman, el más renombrado jurista penal del país, se le preguntó qué opinaba acerca de bajar la edad de imputabilidad a los menores que delinquen, respondió tajante: “Todo esto tiene tufillo de venganza, no de justicia. Ningún criminólogo del país va a decir que, si las penas son más duras, la delincuencia va a disminuir. Lo que hace que la delincuencia disminuya son medidas sociopolíticas, como el pleno empleo”.

El tufo a venganza, obviamente, es el que se desprende de una sociedad dominante, de mentalidad pacata, que se niega a ver más allá de sus narices las causas de la delincuencia juvenil, que irradia miedos a borbotones y exige más y más represión. Es la venganza de los que viven en la burbuja de un sistema tan caduco pero, para ellos, tan intocable. No es, pues, la venganza de los inocentes sino la de los culpables que, además, tienen sus representantes en el Congreso, lugar donde se dio media sanción en el Senado a un proyecto de ley que propone bajar la edad de imputabilidad de 16 a 14 años. De aprobarse, se mandará a las escuelas de la delincuencia –las prisiones- a nuevos contingentes de purretes cada vez más jóvenes. Todo en nombre de la “seguridad”.

“Hablamos de inseguridad social y la hay y es terrible –nos dice Elías Neuman- pero es la inseguridad social de la clase media y alta. La de la clase de abajo también habría que analizarla y esa también se tendría que llamar inseguridad social, ya que cuando decimos hambre, estado de subnutrición, falta de trabajo, todo eso también significa inseguridad”.

Y Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, increpa: ¿”Por qué no hablamos de la inseguridad de los niños y adolescentes”? Porque, en la realidad, los jóvenes en la pobreza son el blanco preferido de los represores con uniforme. Veamos:

El informe, el décimo cuarto elaborado por la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional, indica que en los primeros diez meses de 2009 se registraron 269 muertes y que “policías, gendarmes, prefectos, servicios penitenciarios y vigiladores privados nos mataron 2.826 chicos desde el 10 de diciembre de 1983 hasta hoy”. El 51% cayó víctima del “gatillo fácil” y el 33% murió en cárcel, comisaría o bajo custodia.

En la madrugada del 17 de junio último, en el asentamiento Alto de Bariloche –el más humilde barrio de la zona- un cabo de la Comisaría 28 asesinó a Diego Alexandre Bonefoi: el balazo del “gatillo fácil” le atravesó la cabeza. El estallido de indignación de la población fue reprimido con similar saña y hubo más muertos y heridos. La venganza se cobraba así más víctimas, quizás las que superan el número de 3.000.

Los números de la pobreza

Pero si tenemos que hablar de la inseguridad de los jóvenes pobres debemos agregar otros datos:

- Hay cientos de chicos secuestrados, violados, desaparecidos y los culpables en su mayoría se encuentran en libertad con impunidad.

- Hay 20.000 menores al año que mueren anualmente por complicaciones derivadas de la desnutrición.

- Había 19.579 niños, niñas y jóvenes de hasta 21 años de edad privados de libertad en todo el país en 2006, pero la cifra total real sería entre 25 y 40% mayor, según reconoció Victoria Martínez, directora nacional de Derechos de Personas y Grupos Vulnerables de la Secretaría de Derechos Humanos. La mayor parte de estos Institutos de encierro o internación distan de ser los ideales para una reeducación e inclusión social de los chicos.

- Hay todavía millones de chicos que se crían en la pobreza y marginalidad, que no cubren necesidades básicas y viven en precariedad, chicos que por ser hijos de desocupados –en dos, tres o cuatro generaciones- desconocen la cultura del trabajo.

- Hay trabajo infantil ilegal, explotación, en las urbes y en el campo. La mendicidad la vemos a diario: recolección de residuos en la vía pública (cirujeo); venta ambulante; reparto de estampitas en medios de transporte; venta de productos o flores en bares y restaurantes; acompañantes de adultos que venden o mendigan en transportes o en la calle; el realizado en empresas; microempresas o subsidiariamente en grandes empresas; el trabajo doméstico en hogares de terceros o en el propio en ausencia del los padres en forma habitual; la explotación sexual con fines comerciales, la pornografía y el turismo sexual; tráfico de drogas; servicios a automovilistas en la vía pública (limpia vidrios, abre puertas, malabaristas, etc.); lustrabotas…. La lista es interminable.

Los campeones de la “seguridad”

De estas cosas no hablan los campeones de la “seguridad”, su discurso es otro, el de elevar la edad de la imputabilidad o el de la purificación por plomo. Un ejemplo de ese vocabulario: el 17 de mayo, el Tribunal Criminal Nº 1 de Bahía Blanca anunció la absolución del policía que asesinó a un joven. Su defensor, un abogado muy caro, lanzó todo el odio de las clases altas en su grito de victoria: "Si no era absuelto, las ochenta tribus urbanas que aguardaban un fallo condenatorio hubieran tenido piedra libre para asolar, más aún de lo que ya lo están haciendo, a la ciudad. La Policía está harta de ser convocada para detener a quienes los jueces de Garantías, que actúan con total impunidad, luego no tienen empacho en poner en libertad para que vuelvan a delinquir". A confesión de parte, relevo de pruebas.

Sin embargo, este discurso represor irracional esconde una verdad: detrás de la delincuencia juvenil existe un sistema de reclutamiento de menores para el financiamiento ilegal de la policía. Y para que esa delincuencia le sea rentable a la caja policial, la “Justicia” debe hacer la vista gorda cuando el contubernio se denuncia.

Un estudio de la Asociación Judicial Bonaerense (AJB-CTA) señala que en el Departamento Judicial de La Plata, al menos veintiséis Investigaciones Penales Preparatorias (IPP) en la que se constata hostigamiento policial a menores y se denuncia su reclutamiento para delinquir en zonas liberadas, 19 de ellas están empantanadas.

Si bien los delitos juveniles existen –agrega la investigación-, la promoción del miedo social para endurecer las leyes o ganar discrecionalidad policial, también. Contrariamente a la construcción mediática y a su representación inducida en el imaginario colectivo, las ultimas estadísticas de la Procuración de la Corte de la provincia de Buenos Aires sugieren que la participación juvenil en el delito dista de ser significativa respecto de las cifras globales: de los 337.977 delitos denunciados en el primer semestre de 2009, solo 13.728 (4%) fueron cometidos por menores de edad. De esos 13.728 delitos, la mayoría son robos a la propiedad, y solo 141 son homicidios, es decir un 1.02% de los delitos denunciados contra menores.

Además, no son los chicos los que están detrás de los desarmaderos, ni de ninguna red de narcotráfico, ni detrás de los grupos económicos que se enriquecen a costa del hambre que es un crimen. Es posible que sí lo estén, en cambio, muchos de los poderosos que impulsan el proyecto en cuestión.

En la tierra de Scioli

El 18 de mayo un amplio espectro de organizaciones sociales, gremiales, de derechos humanos y políticas, entre ellas la CTA, junto a cientos de niños y jóvenes, realizaron una Audiencia Pública en el Anexo de la Cámara de Diputados de la Nación en rechazo al articulado del proyecto de ley que establece la baja de la edad de imputabilidad para adolescentes y que posee la aprobación del Senado de la Nación.

En dicha audiencia se fundamentó la negativa a la baja de imputabilidad, porque –se sostuvo- “la gran mayoría de los niños, adolescentes o jóvenes que comete un delito poseen historias de vidas marcadas por la vulneración de sus derechos. Por lo tanto, nos parece hipócrita reconocer rápidamente a un pibe como victimario, y al mismo tiempo, desconocer la responsabilidad de una sociedad que lo victimiza”.

El documento añade algo que es fundamental: “Sabemos que la única respuesta real es el achicamiento de la brecha de desigualdad social y una real distribución de la riqueza”. El proyecto va en dirección opuesta, es más de lo mismo a la hora de criminalizar la pobreza y judicializar a esa juventud a la que la sociedad le ha cerrado las puertas de la inclusión.

“Esos pibes son los que hoy muchas veces no tienen esperanza, no tienen proyecto de vida y a esos pibes es a los que hoy se los quiere penalizar”, sostuvo la dirigente de la CTA bonaerense y diputada nacional Graciela Iturraspe. En esta concepción represora, lamentablemente, está embarcada la gestión del gobernador Daniel Scioli.

Precisamente, el último informe del Observatorio de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos, ha expresado “la gran preocupación por el elevado número de denuncias en la provincia de Buenos Aires (120 registradas entre 2007 y 2009) por delitos contra menores cometidos por la policía y otras fuerzas del orden”. Y en esa dirección ejemplifica con el caso de desaparición forzada del niño Luciano Arruga durante su detención policial en enero de 2009, e interroga el por qué la investigación de las denuncias no se puso en marcha con prontitud.

Por esta senda, por la de elevar aquellas medidas que fortalecen la impunidad de un aparato represivo todavía en buena medida con orientación autoritaria, coimera, corrupta y conservadora, lo único que se logra es consolidar una modelo de sociedad orientada contra la pobreza y sus protestas. Esto va a contramano de medidas positivas, por ejemplo, la asignación universal para los pibes de bajos recursos que permitió que este año se eleve la matrícula escolar en un 25%.

Es justamente porque en la provincia de Buenos Aires se va a contramano, un amplio abanico de personalidades y organizaciones sociales, entre ellas la CTA, se presentó públicamente en La Plata en junio último para dar a conocer el “Acuerdo para la Seguridad Democrática”, y plantear “otro paradigma para pensar la seguridad”. Un paradigma que contemple la democratización de las fuerzas de seguridad, el rechazo a los discursos de mano dura, la implementación de políticas que no criminalicen la pobreza y frenar las modificaciones legislativas orientadas a criminalizar la pobreza, la protesta social y la estigmatización de jóvenes y niños en situación de riesgo, impulsando en su lugar iniciativas orientadas a la inclusión social y la igualdad de oportunidades para todos los sectores de la población.

Rechazos y argumentos

¿Y la seguridad de los chicos?

¿”Cuándo van a preguntarles a los chicos cuál es su seguridad? Nos resulta extraño y preocupante que nuestros legisladores se predispongan a discutir que es necesario meter presos a niños cada vez más chiquitos en vez de dar una respuesta amplia y definitiva para que todos los pibes de nuestro país tengan sus derechos garantizados. No puede penalizarse a los chicos cuando son víctimas de una sociedad injusta. Bajar la edad de imputabilidad significaría condenar la pobreza. Debe escucharse la voz de los chicos”. Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz

Por amor a los niños

“Los que piden mano dura ocultan lo que todos sabemos, con mayor o menor conciencia: la vida de nuestros niños está en riesgo: millones no cubren sus necesidades básicas; millones hacen tareas para ayudar a sobrevivir a su familia, millones son indigentes, y los que trabajan, lo hacen en condiciones precarias, la mayoría en la calle, perseguidos por la policía y la seguridad privada. Los accionistas de los niños descalzos piden bajar la edad para penalizar a los pibes. Como si los responsables de la pobreza y la inseguridad que vive nuestro país fueran esos pequeños hambrientos de miradas oscuras que piden un poco de amor aunque sea de segunda mano. Los destinatarios de la Convención de Naciones Unidas sobre Derechos del Niño, nacida para proteger alimentar y acariciar al cachorro humano recorren las calles tirando de sus carritos cargados con los despojos de una felicidad ajena y descartable”. Alberto Morlachetti, Coordinador Nacional del Movimiento de Los Chicos del Pueblo

Que la vida valga

“Los hacedores de leyes duras y penas de acero no salieron en otros momentos a alentar rebeliones, cuando el menemismo saqueaba nuestro país con privatizaciones impuras mientras amontonaba pobres a la intemperie. Hoy el 60 por ciento de los pibes son pobres. Mientras el hambre -asesino serial- anda suelta por las calles matando 25 niños por día en un sistema patrocinado por el odio, que se empeña en enfatizar la "inutilidad" social de los excluidos, intentando bajar la edad de punición, para someterlos a drásticos procesos de encierro, para que no prediquen el evangelio de su disidencia, ni siquiera en el gráfico y terrible lenguaje de las paredes de un calabozo, quieren que la vida no valga nada. Pero que vayan sabiendo que la dignidad no se mide por el tamaño de los patrimonios, sino por aquellos benditos esperanzados que caminan a través de los siglos detrás de la utopía”. Adolfo Aguirre, Secretario de Relaciones Internacionales de la CTA; Foro de la Niñez, la Juventud y la Adolescencia de la Provincia de Buenos Aires

Encima, los penalizan

“Cuando se implementó en el país la Ley Federal de Educación, se propuso una educación para la eficiencia, eficacia y excelencia. Pero hoy tenemos una población que ha sido objeto de la exclusión, esto motivó que surgieran grandes problemas como la droga, la delincuencia, la vagancia, y encima ahora queremos penalizar a esos adolescentes que todavía no son mayores de edad bajando la edad de imputabilidad, como propone Blumberg. Con este criterio estamos criminalizando y penalizando a las víctimas del sistema. La seguridad no la vamos a corregir con mano dura y con leyes ¡Demos trabajo al pueblo, contengamos a nuestros niños y adolescentes”! Hermana Marta Pelloni, Congregación de Carmelitas Misioneras Teresianas

En la historia de la CTA

"Desde la CTA, como marca nuestra historia, siempre hemos estado por la protección social, por la calidad de vida, por la salud y educación digna de nuestros pibes, y nunca vamos a apoyar algo que implica darle una respuesta del sistema penal a los chicos desprotegidos. Este proyecto de ley es fruto de un clima de miedo que se construye desde los medios. El problema viene de sectores que se dicen progresistas que más allá de la retórica académica que le quieren dar le hacen el juego a la derecha con legislaciones que sólo criminalizan a la pobreza y a la juventud". Ricardo Peidro, Secretario de Derechos Humanos de la CTA

Por la Justicia

"La Federación Judicial Argentina (FJA-CTA) tiene un largo compromiso con otras organizaciones sociales y de derechos humanos que a lo largo y ancho del país venimos expresando nuestro repudia a todos los intentos de modificaciones legislativas orientadas a la criminalización de la pobreza, la protesta social y la estigmatización de jóvenes y niños en situación de riesgo. Impulsamos en su lugar iniciativas orientadas a la inclusión social y la igualdad de oportunidades para todos los sectores de la población.

Sin duda los trabajadores judiciales vemos a diario cómo se persigue en la Argentina, por ser joven, por ser negro, por ser excluido social. Las cárceles están mayormente pobladas por jóvenes que no terminaron la primaria o la secundaria y nunca pudieron tener un trabajo estable. Hay que terminar con ese modelo de considerar que los que nacen en lugares pobres y excluidos, son pibes chorros. No, los pibes no nacen chorros ni nacen adictos a la droga, el sistema los empuja a la exclusión, a la miseria y a un modelo de desesperación que en definitiva termina matándolos.

Nuestro objetivo fundamental es que halla ingresos universales para todos los pibes, los seis millones de pibes menores de 18 años tienen que tener un ingreso universal, lo tienen que tener todos los hijos, y su papa y su mama tienen que tener asegurada también la perspectiva de un ingreso digno, un sueldo registrado que les permita construir un proyecto de vida. Hoy hay cientos de miles de jóvenes que no tienen perspectiva en nuestra sociedad, y no es condenándolos como vamos a resolver el problema del futuro de nuestra sociedad ni de nuestros pibes". Víctor Mendibil, Secretario de Interior de la CTA; Secretario General de la Federación Judicial Argentina (FJA-CTA)


lunes, 5 de julio de 2010

Lozano: "La universalidad es sinónimo de construcción de derechos"

“La universalidad es sinónimo de construcción de derechos, este decreto que se está llevando a cabo merece ser profundizado y hemos traducido en algunos proyectos parlamentarios para los que se agregan a otras propuestas ya existentes”, comenzó la presentación Claudio Lozano, diputado y miembro del a Mesa Nacional de la CTA.

Hubo reconocimientos al programa -“Otorga cobertura a 3,4 millones de niños. Se trata de un avance significativo”, se dijo-, pero a lo que se apuntó fue a desmenuzar sus puntos débiles. “Este avance es insuficiente puesto que siguen sin cobertura más de 2,8 millones de niños. Dicho de otro modo, 1 de cada 5 pibes de nuestro país no recibe ningún tipo de transferencia de ingresos en base a la niñez”, sostiene el informe.

Otra de sus conclusiones es que, y pese a su nombre, el programa no es universal y que por culpa de la inflación ya quedó recortado el poder de compra de los 180 pesos por hijo que otorga.

Estuvieron presentes Víctor De Gennaro, Secretario de Relaciones Institucionales de la CTA; Hugo Godoy de la CTA bonaerense; legisladores de Unión Cívica Radical (UCR), Movimiento Proyecto Sur; Bloque SI, Unión Popular; la Coalición Cívica; representantes del Partido Socialista Autentico; Buenos Aires Para Todos; Laura Taffetani del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo; representantes del Área de Estudios Sociales del CIPEC, representantes del posgrado de la Universidad de Buenos Aires; Caritas; Carlos Acaputo en representación de la Pastoral Social; Aldo Neri, Alberto Barreito; Víctor Mendibil de la Federación de Judicial Argentina (FJA-CTA) y diferentes organizaciones territoriales, sindicales y políticas que integran la CTA ligados a la problemática de la Niñez y Adolescencia.

El estudio deja al descubierto que “la extensión de la cobertura del nuevo programa está dejando fuera del esquema de protección a 2.811.728 niños, es decir el 20,7% de la población menor de 18 años. Si asumimos que los niños cubiertos por planes sociales están incluidos dentro de este ingreso a la niñez, entonces serían cerca de 3.656.007 niños los excluidos, es decir el 27% de la población menor de 18 años. El programa sólo incluyó al 35,7% de quienes estaban excluidos de todo el esquema de protección social con anterioridad a la Asignación Universal para la Protección Social (AUPS) y que en términos de extensión del derecho alcanzó sólo al 48,1% de los excluidos”.

El equipo de estudio exteriorizaron la necesidad de que la aplicación del programa tuviera una evaluación de lo que venia ocurriendo con el. En una de las primeras placas de la presentación en powerpoint, puso de manifiesto que “ no existe la universalidad”.

En principio el decreto en su presentación indica que lo que quiere es garantizar un ingreso básico a todos los pibes de la Argentina y lo que establece es una población objetivo, esa población objetiva es aquella que son hijos de desocupados, aquellos que son hijos de la economía informal hasta $ 1500 y además que no estén percibiendo ningún otro tipo de prestación por parte del Estado pero, “pone límites al salario mínimo, en realidad lo que esta diciendo que todos aquel que este incluido en el circuito formal, de alguna manera, esta cubierto. Y por lo tanto las cosas que están en la reglamentación tienden a identificar esta cuestión”, reveló lozano.

Lozano además apuntó que “a 4 meses de aplicación la asignación universal que incluye a 3.384.546 chicos sobre el total de chicos en la Argentina de 13.600.000, siguen estando afuera sin tener derecho a percibir una asignación familiar y no están ni en el programa histórico de las asignaciones familiares, ni tampoco en el nuevo, los que no tienen derecho son 3.650.6000 pibes, es decir el 27 % de la Argentina siguen sin tener derecho a percibir una asignación por ninguna de las dos vías que son las que supuestamente le debieran garantizar esto. Dentro de estos 3.650.6000 que no acceden al derecho a la asignación, hay 2.811.700 pibes que no solo no tienen derecho a la asignación sino que no perciben ningún tipo de plan social vinculado a la cuestión de la infancia”.

Lo que se deduce es que el 20 % de la población menor de 18 años en la Argentina no esta recibiendo absolutamente nada. A 4 meses de la asignación del programa no perciben ni en el sistema formal ni en el sistema nuevo de asignación universal, ni tampoco ningún plan social que apuntale la problemática socio-económica de la infancia, la niñez o la adolescencia.

“El hambre es una herramienta de dominación”

De Gennaro fue uno de los oradores principales que agradeció la iniciativa a todos los diputados, legisladores y organizaciones presentes. “Nosotros tenemos que estudiar todo siempre a fondo, las victimas tenemos que demostrar que realmente estamos sufriendo”. Por otra parte el dirigente indicó que esta bien que 3 millones y medio de pibes que cobren, pero también hay que decir que hay un poco mas de 5 millones que no cobran nada”.

“El 26 de julio hace diez años empezábamos a marchar desde Rosario a Buenos Aires durante 15 días pasábamos pueblo por pueblo con la propuesta del seguro de empleo y formación y juntábamos firmas e instalábamos el tema de la pobreza y la solución. Sobraba guita entonces y sobra guita ahora; el hambre es una herramienta de dominación y está inventado apropósito y por eso no lo quieren erradicar”. “Lo decíamos hace 10 años y lo decimos ahora, la pobreza es un problema estructural que no se quiere resolver. Hay que empezar a pensar que esta discusión que tendrá lugar en el Parlamento tiene que tener una discusión en la comunidad”, sentenció De Gennaro.

Laura Taffetani del Movimiento de los Chicos del Pueblo fue contundente: “Para nosotros era un compromiso ineludible estar, porque hay poco ambitos donde se discuta lo que se tiene que discutir, esto es el centro y el corazón de un nuevo proyecto de vida si lo vamos a asumir plenamente. Cuando empezábamos a marchar y salíamos con la consigna “El Hambre es un Crimen”, en realidad queríamos decir eso, no era solo “asignación universal”, era fundar un nuevo país en donde los chicos tengan todas las condiciones porque era lo obvio, lo natural en cualquier generación humana y porque además era inexplicable. Era y es inexplicable que en la Argentina haya hambre y no tiene ningún tipo de explicación que no sea una decisión política, es una herramienta de control social, como lo son las cárceles a cielo abierto de nuestra villas, como lo son el paco”.

Al final Tafettani dijo que "es claro que estamos hablando de dos modelos de país, es claro que estamos en un modelo capitalista que entran nuestros chicos no tienen salud, es claro que estos 30 años de pobreza estructural nunca ha sido modificado. También sabemos que la asignación universal era un piso, necesario pero no suficiente porque el daño fue muy grave. El daño más grave fue lo cultural, haber aceptado que mueran chicos de hambre, el haber aceptado que los chicos estén en las calles, el haber aceptado como sociedad. Nos toca ahora salir y se logra en la lucha, con el compromiso que nos corresponde como generaciones con las generaciones que vienen, realmente estando en la calle, tenemos que llenar calles, discutir. Es la obligación de un país diferente, no es la asignación universal por hijo es mucho más”.